11 Dic La autoconfianza se entrena. Las charlas no son suficiente.
Al igual que los aspectos técnicos, la autoconfianza es algo que le va a acompañar a lo largo de toda su vida deportiva
Ánder anhelaba jugar bien, se entregaba a fondo en cada entrenamiento para conseguirlo, quería que sus padres se sintieran orgullosos de él como deportista. Semana tras semana se ilusionaba con poder salir de titular y realizar un buen partido para demostrar que era un gran jugador. Semana tras semana su confianza se iba debilitando cuando el partido acababa y él no había sudado la camiseta.
Llegaba el lunes a entrenar y aunque quería ponerle las mismas ganas que siempre, se sentía inseguro. Esquivaba aquellos ejercicios que no le salían tan bien, y evitaba tomar responsabilidades en los ejercicios y los partidillos del entrenamiento. Cada día estaba más triste. Además, últimamente se lesionaba muy frecuentemente, y aunque no eran lesiones muy graves, se tenía que ausentar del entrenamiento.
El entrenador pensaba que era un problema de motivación. Le notaba desganado últimamente y decidió que tenía que hacer algo. Tenía que hablar con él. No tenía claro qué le tenía que decir, pero le animaría y le motivaría para que siguiese entrenando con ganas. “¡Ánimo Ánder! Si te esfuerzas, estoy seguro que muy pronto podrás ganarte la titularidad”, le dijo el entrenador.
Ánder se quedó más tranquilo con aquellas palabras, y se sintió importante. Pensó, que seguramente llegaría pronto su oportunidad. Esperó con ilusión el partido siguiente, pero una vez más llegó a casa sin sudar la camiseta. Cada día le costaba más ir a entrenar, y se sentía con menos ánimo. A pesar de ello, nunca dejó de asistir a los entrenamientos.
La temporada se le estaba haciendo muy dura hasta que finalmente, en un entrenamiento muy sencillo, Ánder hizo un mal gesto y se lesionó. No fue grave, pero esta vez, tuvo que dejar de entrenar hasta el final de temporada, porque no lograba recuperarse del todo.
Ánder se esforzaba todos los días, pero no consiguió darle la vuelta. Poco a poco fue perdiendo la confianza en sí mismo y la motivación. Cada día que pasaba se sentía menos competente y le gustaba menos entrenar.
Normal… ¿A quién le gusta hacer algo que no cree que se le da bien? Por lo general, a las personas les gusta hacer aquello que sienten que son capaces de hacer con destreza.
Las charlas del entrenador no fueron suficiente. A pesar de animarle, la confianza de Ánder no mejoró y acabó por abandonar.
La autoconfianza se adquiere entrenando. Es el convencimiento íntimo de que uno es capaz de realizar con éxito una determinada tarea o misión, o bien elegir la mejor alternativa cuando se presenta un problema, es decir tomar la mejor decisión. En el deporte, la autoconfianza es un factor determinante para rendir bien. Para conseguir que los deportistas tengan una confianza alta y estable los entrenadores pueden hacer lo siguiente:
- Planificar objetivos periódicos y diarios.
Es importante que el entrenador explique con claridad cuál es el objetivo concreto para que el deportista se pueda centrar en él. Si el entrenador se asegura de que el deportista le ha entendido bien, y que puede hacerlo, la concentración del deportista y su motivación mejorará.
Los objetivos deben de ser realistas. Que los deportistas puedan alcanzarlos, pero que requiera un esfuerzo para conseguirlo.
Se han de planificar tanto en los entrenamientos como en los partidos.
- Orientar al deportista
El entrenador debe de explicar al deportista, qué es lo que tiene que hacer exactamente para conseguir ese objetivo. Por ejemplo, si el objetivo defensivo es “cortar la circulación de balón”, el entrenador le debe decir al deportista cómo tiene que hacerlo. Bien haciendo falta, o bien impidiendo que el oponente reciba balón.
Planificar experiencias de éxito controladas para que el deportista pueda salir reforzado de la situación
- Felicitar al deportista:
El entrenador debe reforzar a los jugadores cada esfuerzo que suponga el acercamiento a la consecución del objetivo.
- Dar feedback:
El entrenador debe destacar las conductas concretas que han contribuido a lograr el objetivo, dejando claro al deportista que ha sido por méritos propios.
Es importante también relacionar los buenos resultados con el esfuerzo y el trabajo realizado por el deportista.
Trabajar la confianza en el entrenamiento es tan importante como enseñarle a un niño a manejar el balón. Al igual que los aspectos técnicos, la autoconfianza es algo que le va a acompañar a lo largo de toda su vida deportiva.
Os animo a tenerla en cuenta y trabajarla de manera integrada en las sesiones de entrenamiento.
Amaia Ramírez
Nare Psicología
Fuente: http://www.laovacion.com/la-autoconfianza-se-entrena/